El Miño y el Barbantiño, articuladores del espacio en el entorno de San Cibrao de Las

Bien sea por su función como arterias de comunicación, como reservas de agua o como fuentes de energía, materia prima y alimento; lo cierto es que las grandes civilizaciones y las principales ciudades europeas aparecen históricamente ligadas a ríos de significación considerable (Nilo, Éufrates, Támesis, Danubio…). De esta manera, resulta tan evidente la transcendencia y el importante papel que juegan los ríos en la historia de los pueblos que, tratando del castro de San Cibrao de Las, sería una falta de acierto no darles el valor que merecen tanto al río Miño como al Barbantiño.

Imagen del entorno de San Cibrao de Las y de la cuenca media del Miño.

Como ya hablamos en otra ocasión, la extensa red fluvial gallega constituye una parte esencial del espacio geográfico en el que se desarrolla la cultura castrexa. Además, dada la relevancia que para cualquier comunidad tienen la proximidad de los recursos, el control de los pasos naturales y el dominio de las rutas de comunicación, creemos que los ríos no van a ser sólo agentes condicionantes del asentamiento y de la tipología de los castros; sino también factores de desarrollo de las comunidades que se establecen en sus márgenes. Por este motivo y centrándonos en el conjunto arqueológico de San Cibrao de Las, consideramos el amplio dominio visual sobre el territorio circundante como una de sus características más destacables.

Este control del entorno es fácilmente apreciable en el momento que accedemos a la croa (recinto superior del poblado) por la puerta Oeste; de hecho, al llegar se abre ante nosotros una panorámica inmejorable de la cuenca media del Miño, unas vistas que encarecidamente os animamos a comprobar por vosotros mismos. La mayor visibilidad de este lado oriental confirma la sensación de que el castro vence o se inclina hacia el Este, como si de una mesa mal calzada se tratase. Esto sucede porque realmente el castro bascula hacia el Barbantiño, afluente del río Miño por su margen derecho, que funciona como vaso comunicante entre la cuenca media del Miño y los valles interiores de la banda central gallega (Ulloa, Terra de Melide, Deza…).

Imagen del área oriental de la croa, se aprecia cierta tendencia basculante hacia el Barbantiño.

Desde el Parque Arqueológico os alentamos a conocer el Camino Natural del Barbantiño, sendero que destaca por la belleza de su bosque de ribera, por lo bucólico de sus molinos y por la hermosura de sus sus puentes y cascadas.