La actividad textil en la cultura castrexa: tejidos y prendas de vestir

Al pasear entre las viviendas de San Cibrao de Las en un día frío y húmedo, como los de esta semana que pasó, a menudo intentamos imaginar cómo se desarrollaría el día a día de una familia castrexa en los rigores del invierno y da la sensación de que esta época del año sería, cuando menos, poco confortable. Las personas que nos acompañan en las visitas guiadas suelen preguntarnos por los modos de vida de los castrexos y una de las cuestiones más recurrentes es sobre su indumentaria. ¿Cómo era la vestimenta castrexa? ¿Usarían pieles?

Sabemos, gracias a la arqueología, que la artesanía textil fue una de las actividades que se realizaron en el interior de las viviendas de la Cidade de Las. De hecho, se encontraron multitud de fusayolas (pequeña pieza que se coloca en el extremo inferior del huso) y algunas pesas de telar, que nos hablan de una actividad de tipo doméstico que satisfaría una necesidad básica de la familia: el tejido.

Suponemos que las pieles de los animales también serían aprovechadas para la confección de ropa de abrigo, no obstante, para el tejido emplearían como materia prima la lana y el lino.

¿Cómo trabajarían estas fibras naturales para obtener el hilo? Para dar respuesta a esta y otras preguntas de naturaleza etnográfica nos valemos no sólo de las piezas arqueológicas (en este caso fusayolas, pesas de telar y agujas), sino también de la posibilidad de establecer comparaciones y paralelismos con algunos trabajos artesanales tradicionales que se mantuvieron como parte de nuestra cultura hasta día de hoy –el procesado del lino por ejemplo- y que pueden ayudar a entender mejor los modos de vida en las comunidades castrexas.

Reproducciones de fusayolas castrexas, a la venta en la tienda del Parque Arqueológico.

La condición ácida de los suelos de Galicia no permitió conservar los tejidos propiamente; pero sí parte del instrumental necesario para su elaboración, como ya vimos, y otros elementos que sirvieron para adornar y sujetar esta ropa: las fíbulas (prendedores o broches de metal). Por otro lado, lo que nos dicen las fuentes clásicas sobre la indumentaria de los galaicos es que los hombres visten de negro y llevando la mayoría el sagum (manto de lana gruesa con el que también dormían en sus lechos de paja); mientras que las mujeres llevan vestidos con adornos florales. Si unimos esta información a la que nos aportan las figuras en piedra de los guerreros galaicos, de las que hablaremos en el siguiente artículo, los datos sobre diversidad de prendas de vestir y tejidos parecen aumentar.

De todo esto inferimos que los castrexos tenían telares y, por lo tanto, hilaban el lino y la lana para después tejer su ropa. Aun así, por mucha variedad de ropa que tuvieran, seguro que no les dolía la cabeza cada vez que tenían que cambiar el fondo de armario con la llegada del inverno o de la primavera…